Por: Jacqueline Andino
Ese día, miércoles para ser exacto, quede con mi ex compañero de clase en vernos. Pues él me tenía que entregar un trabajo y me pidió que llevara mi computadora. Rara vez lo hago pero accedí a cargar con ella. Mi «background» rota las fotos así que es usual que las personas miren varias fotos (una ventaja de tener una Mac), ninguna permanece más de 5 segundos. Diría que por gustos personales. Se podrán imaginar la cantidad que tengo y de quienes son, nada más y menos de mi última obsesión. Ojos rasgados, pelo lazio en ocasiones ondulado y hasta rizo, de color negro, marrón y hasta rubio blicheado, piel blanca y suave, manos perfectas, en diferentes poses y lugares.
Mientras hacíamos el traspaso de su «pen drive» o cucurucho se movió para mi espalda mirando justo mi ordenador. ¿A quién tienes en el background?, me pregunto. Una pregunta que me tomo por sorpresa por el hecho que hasta este momento nadie me la hiciera, nadie extraño cercano a mi se había interesado en mis gustos.
Cuando le explico, bajito para que nadie más me oyera, creo que por vergüenza, él chico siguió interesándose, dejándome a mi con la boca abierta. Me pregunto su nombre, como lo conocí, a que se dedicaba él, etc. Este es un tema en cual no hablo mucho para que luego no piensen que ha uno le faltan las neuronas de lo usual.
¿Cómo es que se llama el chico otra vez?, continuo preguntándome. Mientras yo le decía como es que en la cultura coreana la L en caso de Lee es silenciosa, en ves de ser Li como acá es I simplemente.
Me sobresalto aun que me pidiera que se lo mandara por mensaje de texto cuando me ofrecí a escribírselo en papel.
Se oye interesante termino diciéndome mientras nos despedíamos. Le di las gracias, le desee éxito y le dije adiós, dejándome allí, riéndome en mis adentros de los sucesos inesperados, de las curiosidades de la gente.
– ¿Y esos japonés que tienes en tu foto de facebook?
-No son japoneses son coreanos.
-Es lo mismo.
-No es lo mismo.
-Todos se parecen. ¿Y cómo los conocistes?…
¡Ahhh esa es otra historia que hay que contar! …
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